Al diablo con el fatídico año, de mi santo perro viejo, cae como la espuma enrabiada en las fauces de una niña precoz, otra vez libertad grita desesperada mientras el abrazo y el champagne se funden en una calurosa bienvenida a tu nueva vida, la que está llena de promesas, amores, cervezas y piqueros en el vacío torrentoso de tus piernas lánguidas, que disimulan con afecto que no pasa nada..
Revés infinito de estrellas que van cayendo una por una desde la torre más cercana, mientras la gente descorcha sus cabezas y solo piensa en bailar y olvidar.
Noche como cualquier otra, pero atolondrados los sentidos están, peatones de la calle luminosa de las esperanzas, evitan el choque tremendo que los mate el primer día del año naciente.
Caña voladora que deposita sus garras en la mente alcoholizada de otros desdichados, compartiendo el rito de cantar por lo desconocido.
Fin de metralleta el 1, trinan las aves y el sol derrite, como el aliento que como hachazo púrpura, te recuerda que es otro puto año……..