Santiago de Chile……………………..Realidad ante todo
Bajo el oscuro prisma de la fantasía de los miles de habitantes de Chile existe la ciudad de Santiago, recreación de un espacio post moderno inserto en un largo país de características especiales en el continente, tanto por su geografía matizada por los divinos paisajes, como por la idosincracia de un pueblo que cree vestir con pantalones largos en un barrio donde los modistos no existen.
Los habitantes de esta ciudad en forma de balanza ( en los extremos viven ricos y pobres y en el medio, o sector cívico todo se entremezcla), han construido la postal de una ciudad gris, pero que se alimenta de la luminosa leyenda de orden y de una correcta agrupación de lo mejor y lo peor del lado b del mundo.
Es un callejón sin salida, enorme laberinto de pasiones y frustraciones, que con el estruendoso sol es tropical, caliente, insoportable y que con la tenue lluvia es bella, romántica y la más melancólica.
Pero más allá de esa pletorica imagen de una ciudad inundada por el misticismo de sus rincones, se esconde mas bien la cruda realidad de la capital latinoamericana, esa llena de espacios creados bajo las leyes arquitectónicas de Europa y Estados Unidos, pero con la imperfección necesaria para demostrar al extranjero que Santiago de Chile es el hermano mayor del cono sur.
Sí, porque siempre ha querido seguir todas las reglas, las de Dios, las del Cesar y las del pueblo, y ha construido su fachada y sus rincones en base a esa pretensión de ser admirable, pero quedando relegada por su sobriedad ante sus hermanos mas rebeldes como Buenos Aires o Rio de Janeiro, que dicho sea de paso, son tan fantásticas como alguna vez sus fundadores las pensaron….escapan a la realidad de una manera virtual,,,a través de sus locos habitantes y de sus mega construcciones..
Pues bien, Santiago es solo realismo puro, sus edificios y monumentos se apropian de la lógica psicoanlítica de la represión…dejan todo a la imaginación….es la abstracción misma…tal como el ciudadano común que revisa su historia día a día mientras camina absorto entre las calles pobladas de vehículos para llegar al trabajo.
Pero Santiago es fascinante en ideales, su bello Parque Forestal, el río sucio que lo cruza y que nos recuerda la muerte pestilente, pero que hace soñar en la resurrección y en los 12 apostoles peregrinando por las anchas alamedas, los cerros que encierran como 4 paredes el paisaje urbano y que proyectan la protección y la calidez del hogar ante la adversidad, la hermosa cordillera que despide su majestuosas cumbres nevadas para recordarle al hombre y a la mujer que es un privilegio vivir, y la sonrisa pícara del hombre sacrificado que todos los días debe llevar el pan a su hogar y que no escatima esfuerzos para inventar una historia nueva sobre la ciudad y sus habitantes.
Santiago es solo eso..una ciudad llena de realidad..que vale la pena conocer, es pura vida en su estado natural, no es pretenciosa ni tampoco grandilocuente, es la estación más próxima a la felicidad y la tristeza, es el matiz ideal que combina la escencia del chileno, es el equilibrio perfecto de esa balanza que se llama Chile, país donde el desierto, el mar, la cordillera, rios, lagos, campos y hielos eternos se confunden con la sombra gigante de las barbas de Dios.