martes, mayo 09, 2006

En Guerra

Agrupados en las tropas de ficción, reaccionando contra el malvado imperio de las leyes sociales sucias y disparando al movimiento cruel de los convencionalismos, un grupo de guerrilleros se aprestan a tomarse el paraíso de los sueños.

Atrincherados tras la verdad. Luchando contra la imposición radical de los valores y las formas de vivir, matando los demonios cotidianos que adormecen el corazón y no dejan salir en libertad al ave milenaria que quiere volar hacia parajes infinitos sin ser descubierta nunca. Solo con el pelaje rapaz de un nuevo horizonte, que se abre como una ventana celestial al infinito.

Movimiento en cadena, granadas de pensamientos que conspiran contra el triunfo final en la batalla por ser feliz, hordas de insurrectos que se lanzan en picada contra tus emociones y juegan con tu cerebro aprisionado en las jaulas interiores.

Redención jamás, porque hay que seguir peleando, hasta que no quede nada más, hasta que el inclemente sonido de tus labios me detenga en seco para enviarme a las tinieblas de la soledad. Desenfreno en la derrota y en ese momento de calma que llega disfrazado con una bandera blanca y donde las palabras de buena cortesía toman forma de tregua para quebrar el impulso verdadero de trastocarlo todo.

Sangrando está el cuerpo, torrentes de pasión y de ideales que salen de las venas contenidas, un río místico que desemboca en la ansiada felicidad, que aunque utópica es el fin mismo de tanta guerra desigual.