martes, marzo 29, 2005

Muerto el perro ¿ se acaba la rabia?

Festival de canes

Menean sus colas en las calles, se adueñan de los papeles protagónicos en riñas y mordidas a transeúntes, son los actores secundarios de hombres vagabundos que buscan su compañía, son parte del paisaje escénico de las ciudades del país, y por ahora, un problema poco glamoroso para las autoridades. Perros vagos, que comience la función.

Valparaíso patrimonio de la humanidad es por estos días hogar de perros. Los cuadrúpedos animales rebasan con creces una población normal y se han transformado en un dolor de cabeza permanente para las autoridades de la ciudad.
El creciente aumento de la población canina ha ocupado primeras planas de diarios durante el año, y es que el fenómeno no deja de ser preocupante, ya que en diversas ciudades del país las denuncias por mordeduras, que han llegado incluso a la muerte de personas, brotes de enfermedades relacionadas con la rabia o parásitos y los molestos ladridos, se han multiplicado.
El mejor amigo del hombre se esconde de la ley como si fueran los actores de un western americano, las autoridades se vuelven locas y adoptan medidas fuera de toda cordura y los veterinarios aumentan su trabajo.

A un costado del congreso, “Don Graf”, sabueso al servicio de la protección de las buenas costumbres y del bienestar ciudadano, hace una de sus tantos llamados de atención, mientras en la vereda contigua, Bobby, Cachupin, El Perrosky y muchos otros quiltros lo miran extrañado, mientras sus vidas de perro siguen como todos los días en el puerto. Lo que no saben es que esa aparente calma se puede transformar en una verdadera cacería para eliminarlos, sin embargo, ellos dormitan a un costado del edificio legislativo, soñando quizás en el día en que los humanos abandonarán sus territorios.
Este año en Chile se ha reconocido la trayectoria del más fiel amigo del hombre, sin embargo, no ha ganado en las categorías del personaje bondadoso ni por su simpatía, mas bien ha triunfado en los medios por las múltiples mordeduras, los ladridos molestos y la toma ilegal de las calles de las ciudades a lo largo del territorio.
Bobby, Cachupin y El Perrosky discuten después de la siesta, están cansados de ser nominados todos los años en la categoría a mejor villano, ahora ellos lanzan abiertamente la candidatura de los gatos, las palomas o los molestos loros. Por ahora siguen su peregrinaje por las calles del puerto en busca de algo que comer, y esperan que algún día la sobrepoblación de humanos también sea tema de discusión.